Subida el Ibón de Estanés

Sábado 13 de Septiembre  de 2014. La mañana se levanta algo fresca, aunque terminaremos la jornada deseando que el calor no hubiese apretado tanto.

Estacionamos el vehículo en el parking de Sansanet en Francia, bajando un poco desde el puerto de Somport dirección Francia, lo veremos a nuestra izquierda.

Nuestra intención no era otra que subir al Ibón de Estanés, y así fue, no fuimos por el camino más directo, sino que  nos desviamos en el primera bifurcación a nuestra izquierda, dirección Peyrenère. Esta ruta es algo más larga pero en mi opinión, más bella e interesante. 

En el primer kilómetro lo discurrimos prácticamente paralelo al arroyo Gave d’Aspe, para después cruzarlo por tres puentes de madera. Tras un bello y sombrío sendero por el hayedo de Sansanet, llegamos a conectar con la pista de esquí de fondo de la estación francesa de Le Somport.

Continuamos ascendiendo con la vista puesta en las crestas que imponentes nos aguardan, y llegamos al Col de Causiat, dejándonos al Sur las pistas de esquí de Candanchú.

Es en este punto donde cogemos en GR11 por un sendero bien marcado y bastante transitado. Siguiéndolo llegamos al paso del Aspe, bordeando la Golocha de Esper para cruzar por su parte alta de nuevo el Gave d’Aspe. Ya en la otra orilla seguimos el GR11 dirección norte, para tomar la pista que nos debería haber llevado más directamente hasta al Ibón de Estanés, dejando a nuestra izquierda el Mallo del Huerto de Estanés.

Después de salir del bosque, y recorrer las praderas de montaña, alcanzamos el sendero que venía de Sansanet que tomaremos para llegar hasta el Ibón. 

Desde esta ubicación tenemos una bellas vistas hacia cotas importantes, tales como Anayet, su Vértice, la Raca, la Zapatilla, todas ellas acompañadas de un hermoso cielo azul decorado de blancas nubes.

Aprovechamos para tomar nuestras instantáneas, avituallarnos, y refrescarnos los pies en el Ibón, que como casi todos en esta época, se encontraba masificado por la afluencia de montañeros.

Ya en la zona, y antes de acometer el descenso, aprovechamos para ascender a las cotas del Puerto de Bernera (1824 m.) y La Mujer Muerta (1857 m.), donde nos aguardaban grandes caballadas.

El descenso lo llevamos a cabo por el sendero directo a Sansanet, primero por las praderas y después por el hayedo de Sansanet. En nuestro descenso nos observan los perros del pastor, observando como cada día el transitar de senderistas y montañeros.

Hay que hacer mención a los bonitos caballos que encontramos a lo largo de todo el camino, alguna marmotilla, y la cantidad de frambuesas que nos encontramos a nuestro paso, que en esta época están para su recolecta.

Fecha: 13/09/2014

Duración: 6 horas  (Gran parada para comer)

Distancia:  8 kilómetros.
Circular: Si
Desnivel subida:  557 m.

Desnivel bajada:  557 m.
Desnivel acumulado: 1114  m.

Dificultad: Fácil

Track:

Subida a los Ibones del Anayet y al Pico del Anayet

Domingo 17 de Agosto de 2014, un día para enmarcar y no solo por el fantástico día de naturaleza y montaña que nos esperaba, sino por ese cielo completamente despejado que nos acompañó durante toda la jornada. Lo cierto es que llevamos un verano algo revuelto en lo que a meteorología se refiere, y es que tener un día así, era de agradecer.

Es una lástima tener que empezar la ruta desde el Corral de las Mulas, previo estacionamiento al parking de Anayet. Este se encuentra a nuestra izquierda, pasado Formigal, en la carreta que discurre por el valle de Tena dirección Francia, y es que no siendo temporada de nieve, no se permite el paso por la pista asfaltada hasta la misma estación de Sky.

Salvando la subida a las pistas, nos vamos adentrando en un sendero que discurre paralelo al riachuelo. Este va subiendo poco a poco, por lo que apenas vamos ganando altura.

El sendero va girando a nuestra derecha, para encajonarse entre pequeñas cimas, siempre paralelo al cauce del riachuelo de agua cristalina, y esta vez sí, ganando algo mas de altura. A nuestra derecha dejamos la Punta de la Garganta de 2141 metros, y a nuestra izquierda nos acompañan el Pico Culivillas y las Arroyetas de 2528 y 2573 metros, respectivamente.

En el pequeño rellano que forman las cimas anteriores nos reciben dando la voz de alarma las pequeñas marmotas, que nos animan en nuestro ascenso a los ibones, nos permiten tomarnos un respiro para inmortalizarlas en unas instantáneas y tomarnos un trago de agua.

Hay que hacer especial mención a la flora y fauna que nos rodea y acompaña a lo largo de todo sendero; campos florecidos de dedaleras, flores de dientes de león, lirios de montaña, etc.

Con un último esfuerzo, al menos de momento, nos ponemos al pie de los ibones, algo escasos de agua debido a la sequía estival, guarecidos por el impresionante pico del Anayet al fondo. Vamos algo justillos de tiempo debido a que teníamos reservado restaurante para comer, con lo que decidimos subir al pico, y para ello acelerar el ritmo. Las mujeres y las niñas se quedan refrescándose en los ibones, mientras Pedro, Ricardo, Oscar y yo nos decidimos a subir.

Dejamos los ibones atrás mientras subimos al collado siguiendo la fila de gente que nos precedía, hasta llegar a ese punto intermedio entre el Vértice Anayet y el pico del mismo nombre, donde descansan otros grupos de montañeros. Una lástima la escasez de tiempo, porque una vez ya en el collado, habría sido interesante haber subido ambas cotas.

Pasado el collado y superado un primer repecho con algo de pendiente, nos ponemos en un rellano que nos lleva hasta la zona de la cadena, donde con cuidado y ayudándonos de la misma, superamos para situarnos al pie del ultimo repecho. Este si tiene gran pendiente y hemos de subirlo por un canal en la misma roca, más que pisado por las continuas ascensiones de montañeros.

Sin haber llegado arriba del todo a nuestra izquierda, podemos ascender un poquito más para ver una fantástica vista de toda la Canal Roya y el resto de ibones. Continuamos hasta subir al pico, y observar las maravillosas vistas del horizonte y los valles cercanos, que nos permite el maravilloso día soleado que nos acompañaba.

Nos avituallamos, aprovechamos el descanso para inmortalizar el momento y hacer nuestras fotos al Midi, a los ibones de Anayet, y seguidamente sin detenernos mucho proceder al descenso por el mismo sendero que en la subida.

Bajamos de nuevo a los ibones, y al poco de dejarlos atrás nos encontramos el panorama de que la mujer de Oscar se nos había caído, con un posible esguince y fuertes dolores al pisar, proseguimos el descenso despacito y a su ritmo, hasta que llegamos al aparcamiento de las pistas de ski. Allí Oscar y Clari esperaron a ser recogidos por una patrulla de la Guardia Civil, a la que se había avisado anteriormente, y que les acercarían hasta el Corral de la Mulas donde estaba el coche.

Salvando las circunstancias de un pequeño accidente de montaña que a cualquiera le puede ocurrir, podemos hablar de un fantástico día de montaña y naturaleza, respirando ese aire puro y limpio.

Como premio de esta jornada montañera, nos esperaba una suculenta comida en Restaurante El Sarrio (Escarrilla). Todo un acierto, calidad y cantidad a buen precio.

Lo de Clari, acabó en un esguince leve. Desde aquí le mandamos un abrazo y una pronta recuperación.

Bueno compañeros, nos vemos en la próxima…

Fecha: 17/08/2014

Duración: 7 horas  (condicionada por los incidentes)

Distancia: 14,8 kilómetros.
Circular: No
Desnivel subida: 971 m.

Desnivel bajada: 971 m.
Desnivel acumulado: 1942 m.

Dificultad: Media

Track:

Subida a la Cruz de Oroel y a la Ermita de la Virgen de la Cueva

Volvemos de nuevo a las andadas. Hoy 12 de Julio, y teniendo prevista la ascensión al Ibón de Estanés, decidimos cancelar esta ruta por la lluvia y el mal tiempo que se veía desde Canfranc hasta Somport, ya que no llevábamos el equipo adecuado y allí en las alturas la meteorología es muy cambiante. 
Regresamos a Jaca para zanjar una cuenta pendiente que teníamos con la subida a la Cruz de Oroel y ya de paso visitar lo que queda de la antigua Ermita de la Virgen de la Cueva.

Hablamos de cuenta pendiente, ya que siendo el Santo Patrón de la ciudad de Jaca, y que en las pasadas semanas durante la festividad no hicimos la subida, aprovechamos el buen tiempo soleado que teníamos en la Jacetania para trasladamos hasta el parador por la carretera que va al monasterio de San Juan de la Peña por Oroel, y así saldar nuestra cuenta.

Tras tomar el desvío hacia el parador y dejar la carretera, seguimos una pista no en el mejor de los estados, y la verdad es que el continuo tránsito de vehículos hasta el parador va haciendo mella en esta. Una vez en el parador, cogemos mochila y cámara, y comenzamos la ascensión.

La primera parte del recorrido discurre por arbolado de pinos y densa vegetación, con una pendiente moderada que nos va a permitir ganar altura fácilmente, alternando pendientes ascendentes y zonas llanas. Llega un momento en el sendero, en el que comenzaran las tan conocidas treinta y tres curvas en zigzag que serpentearan la montaña entre vegetación y prácticamente a la sombra, no haciendo tan sufrido el ascenso.

En nuestro discurrir vemos gran cantidad de senderistas y familias con niños, todos con la mirada puesta en la magnífica cruz que se erige en el monte y desde donde obtendremos unas maravillosas vistas, otros por su parte ya nos los cruzamos en descenso y corriendo, son los corredores de trail running que también quieren disfrutar de su trocito de monte.

Superado el zigzag de curvas, la pendiente se transforma en llano llegando a un punto de confluencia de senderos, desde donde vemos a lo lejos la cruz y un reguero constante de color de las mochilas y prendas de los senderistas que nos preceden, adornando el ya vello entorno amarillento de las flores de los piornos, y otras flores de temporada.

Siguiendo los indicadores, continuamos la senda dejando el desvío a la ermita a nuestra izquierda, y que al bajar de la cruz tomaremos para visitarla.

Kilómetro y medio después tomamos cima, creo que llegamos tarde a la reunión, jajaja. Bueno, un merecido descanso, nos avituallamos, realizamos nuestra sesión de fotos, y disfrutamos de las maravillosas vistas.

Una vez hemos terminada nuestra visita a la cruz, deshacemos el camino hasta el desvío que previamente nos encontramos a nuestra izquierda, ahora a nuestra derecha, para descender un repecho algo más fuerte, primeramente sin árboles y poco a poco entrando en un pequeño bosque de pinos, hasta llegar a la Ermita. En la actualidad se encuentra en una casa de nueva construcción, pero vemos la cueva medio derruida y los restos del antiguo santuario dentro de esta.

Aprovechamos para tomar otro tentempié antes de ascender hasta el desvío que tomamos anteriormente, y después ya deshacer el camino para bajar hasta el parador, lugar de partida de nuestro recorrido. 

Fecha: 12/07/2014

Duración: 3 horas 30 minutos

Distancia: 10,3 kilómetros.
Circular: Si
Desnivel subida: 832 m.

Desnivel bajada: 832 m.
Desnivel acumulado: 1664 m.

Dificultad: Fácil - Media

Track: