Volvemos de nuevo a las andadas. Hoy 12 de
Julio, y teniendo prevista la ascensión al Ibón de Estanés, decidimos cancelar esta ruta por la lluvia y el mal tiempo que se veía desde Canfranc hasta Somport, ya que no llevábamos
el equipo adecuado y allí en las alturas la meteorología es muy cambiante.
Regresamos a Jaca para zanjar una cuenta pendiente que teníamos con la subida a la Cruz de Oroel y ya de paso visitar lo que queda de la antigua Ermita de la Virgen de la Cueva.
Regresamos a Jaca para zanjar una cuenta pendiente que teníamos con la subida a la Cruz de Oroel y ya de paso visitar lo que queda de la antigua Ermita de la Virgen de la Cueva.
Hablamos de cuenta pendiente, ya que
siendo el Santo Patrón de la ciudad de Jaca, y que en las pasadas semanas durante la festividad
no hicimos la subida, aprovechamos el buen tiempo soleado que teníamos en la
Jacetania para trasladamos hasta el parador por la carretera que va al
monasterio de San Juan de la Peña por Oroel, y así saldar nuestra cuenta.
Tras tomar el desvío hacia el parador y
dejar la carretera, seguimos una pista no en el mejor de los estados, y la
verdad es que el continuo tránsito de vehículos hasta el parador va haciendo
mella en esta. Una vez en el parador, cogemos mochila y cámara, y comenzamos la
ascensión.
La primera parte del recorrido discurre por arbolado de pinos y densa vegetación, con una pendiente moderada que nos va a permitir ganar altura fácilmente, alternando pendientes ascendentes y zonas llanas. Llega un momento en el sendero, en el que comenzaran las tan conocidas treinta y tres curvas en zigzag que serpentearan la montaña entre vegetación y prácticamente a la sombra, no haciendo tan sufrido el ascenso.
En nuestro discurrir vemos gran cantidad
de senderistas y familias con niños, todos con la mirada puesta en la magnífica
cruz que se erige en el monte y desde donde obtendremos unas maravillosas
vistas, otros por su parte ya nos los cruzamos en descenso y corriendo, son los corredores de trail running que también quieren disfrutar de su trocito de
monte.
Superado el zigzag de curvas, la pendiente se transforma en llano llegando a un punto de confluencia de senderos, desde donde vemos a lo lejos la cruz y un reguero constante de color de las mochilas y prendas de los senderistas que nos preceden, adornando el ya vello entorno amarillento de las flores de los piornos, y otras flores de temporada.
Siguiendo los indicadores, continuamos la
senda dejando el desvío a la ermita a nuestra izquierda, y que al bajar de la
cruz tomaremos para visitarla.
Kilómetro y medio después tomamos cima, creo
que llegamos tarde a la reunión, jajaja. Bueno, un merecido descanso, nos avituallamos,
realizamos nuestra sesión de fotos, y disfrutamos de las maravillosas vistas.
Una vez hemos terminada nuestra visita a la cruz, deshacemos el camino hasta el desvío que previamente nos encontramos a nuestra izquierda, ahora a nuestra derecha, para descender un repecho algo más fuerte, primeramente sin árboles y poco a poco entrando en un pequeño bosque de pinos, hasta llegar a la Ermita. En la actualidad se encuentra en una casa de nueva construcción, pero vemos la cueva medio derruida y los restos del antiguo santuario dentro de esta.
Fecha: 12/07/2014
Duración: 3 horas 30 minutos
Distancia: 10,3 kilómetros.
Circular: Si
Desnivel subida: 832 m.
Circular: Si
Desnivel subida: 832 m.
Desnivel bajada: 832 m.
Desnivel acumulado: 1664 m.
Desnivel acumulado: 1664 m.
Dificultad: Fácil - Media
Track: