Aprovechando la festividad del 25 de Junio, día de la patrona de
Jaca, Santa Orosia, me dispongo a realizar una de
esas rutas emblemáticas del valle del Aragón. La ruta en cuestión es el
ascenso al Ibón de Ip desde el pueblo de Canfranc.
El día se levanta nublado y amenazando
lluvia, pero la previsión meteorológica era esperanzadora y podía darnos un
fabuloso día de campo. La noche anterior no había parado de llover por lo que
el suelo se encontraba algo embarrado y las piedras estaban húmedas.
Comenzaremos la ruta desde el aparcamiento
que se encuentra cruzando el puente al norte de Canfranc pueblo. Hacia
las 8:00 de la mañana inicio la marcha, encontrándome nada más partir el
indicador que nos marca la dirección al Ibón de Ip por la solana, y tomando
este camino llegamos al barranco de Ip, donde atravesamos el puente y ascendemos por
una senda que pasa bajo la vía del tren.
La senda discurre entre pinares, hayas, abetos y abedules, dejando el barranco a nuestra derecha y siguiendo el
sendero con marcas amarillas y verdes.
A medida que ascendemos por repechos de
más o menos desnivel, las vistas del barranco que van apareciendo son
impresionantes, así como las crestas de los Campanales de Collarada y la Peña
Collarada.
Según vamos alcanzando altura dejamos atrás la zona
arbolada, el terreno comienza a cubrirse de verdes praderas y canchales de rocas, todas ellas
regadas por el agua que desciende de las cimas. La pendiente desciende, y nos
ayuda a progresar por la senda, donde nos acompañan rebaños de ovejas, y marchamos bajo la
atenta mirada de los buitres.
Tras haber pasado alguna que otra
edificación de pastoreo, nos ponemos a los pies del Ibón de Ip, donde se alzan
otras construcciones relacionadas con el sistema hidráulico del Ibón.
Rebasamos las edificaciones e
inmediatamente nos encontramos con el indicador que nos marca el descenso a
Canfranc por la Besera en 2h 30’ que
posteriormente tomaremos para regresar a nuestro punto de partida.
Seguimos el camino hasta llegar al Ibón,
cuya presa se encuentra ornamentada con verdes praderas y algunos neveros que aun resisten a convertirse en agua. Ya en su parte superior
aprovechamos para descansar, hacer unas instantáneas del Ibón y de toda la
crestería que lo acunan.
Tras el descanso, y las fotos que
inmortalizaran nuestro paso por el Ibón, descendemos hasta el indicador y
tomamos la senda de la Besera.
La primera parte del recorrido es algo
dura, piedras sueltas, canchales, y tramos con fuerte pendiente en descenso. El
recorrido pedregoso puede llevar a confusión, pues no está claramente definido el sendero, habiendo varios pasos para prograsar.
Entre los canchales juguetean las marmotas
que han abandonado sus madrigueras tras el largo letargo invernal.
Es de destacar las innumerables cascadas y caídas de agua que hemos ido viendo en todo el recorrido que riegan con el agua del deshielo ambas laderas del barranco, y a su vez, engalanan y embellecen nuestro discurrir a ambas vertientes del barranco.
Superada esta primera parte del descenso
algo más dura, comenzamos a entrar en la zona arbolada, quedando mucho más marcado el sendero, y más fácil de seguir.
En nuestro discurrir por la senda, nos
encontramos con un chozo de uso ganadero a nuestra derecha.
Ya en la parte baja en zonas de mayor
densidad de arbolado abunda la vegetación de musgos, que arropa tanto piedras
como árboles, dando aspecto de paraje de ensueño.
Finalizando el descenso, vemos el
aparcamiento desde el que partimos y que metros más adelante alcanzaremos para
finalizar nuestra ruta.
Fecha: 25/06/2014
Duración: 5 horas 30 minutos
Distancia: 12,8 kilómetros.
Circular: Si
Desnivel subida: 1005 m.
Circular: Si
Desnivel subida: 1005 m.
Desnivel bajada: 1005 m.
Desnivel acumulado: 2010 m.
Desnivel acumulado: 2010 m.
Dificultad: Media
Track:
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