miércoles, 2 de julio de 2014

Subida al Ibón de IP desde Canfranc

Aprovechando la festividad del 25 de Junio, día de la patrona de Jaca, Santa Orosia, me dispongo a realizar una de esas rutas emblemáticas del valle del Aragón. La ruta en cuestión es el ascenso al Ibón de Ip desde el pueblo de Canfranc.
El día se levanta nublado y amenazando lluvia, pero la previsión meteorológica era esperanzadora y podía darnos un fabuloso día de campo. La noche anterior no había parado de llover por lo que el suelo se encontraba algo embarrado y las piedras estaban húmedas.

Comenzaremos la ruta desde el aparcamiento que se encuentra cruzando el puente al norte de Canfranc pueblo. Hacia las 8:00 de la mañana inicio la marcha, encontrándome nada más partir el indicador que nos marca la dirección al Ibón de Ip por la solana, y tomando este camino llegamos al barranco de Ip, donde atravesamos el puente y ascendemos por una senda que pasa bajo la vía del tren.



La senda discurre entre pinares, hayas, abetos y abedules, dejando el barranco a nuestra derecha y siguiendo el sendero con marcas amarillas y verdes.




A medida que ascendemos por repechos de más o menos desnivel, las vistas del barranco que van apareciendo son impresionantes, así como las crestas de los Campanales de Collarada y la Peña Collarada.


Según vamos alcanzando altura dejamos atrás la zona arbolada, el terreno comienza a cubrirse de verdes praderas y canchales de rocas, todas ellas regadas por el agua que desciende de las cimas. La pendiente desciende, y nos ayuda a progresar por la senda, donde nos acompañan rebaños de ovejas, y marchamos bajo la atenta mirada de los buitres.



Tras haber pasado alguna que otra edificación de pastoreo, nos ponemos a los pies del Ibón de Ip, donde se alzan otras construcciones relacionadas con el sistema hidráulico del Ibón.


Rebasamos las edificaciones e inmediatamente nos encontramos con el indicador que nos marca el descenso a Canfranc por la Besera en 2h 30’ que posteriormente tomaremos para regresar a nuestro punto de partida.
Seguimos el camino hasta llegar al Ibón, cuya presa se encuentra ornamentada con verdes praderas y algunos neveros que aun resisten a convertirse en agua. Ya en su parte superior aprovechamos para descansar, hacer unas instantáneas del Ibón y de toda la crestería que lo acunan.







Tras el descanso, y las fotos que inmortalizaran nuestro paso por el Ibón, descendemos hasta el indicador y tomamos la senda de la Besera.


La primera parte del recorrido es algo dura, piedras sueltas, canchales, y tramos con fuerte pendiente en descenso. El recorrido pedregoso puede llevar a confusión, pues no está claramente definido el sendero, habiendo varios pasos para prograsar.

Entre los canchales juguetean las marmotas que han abandonado sus madrigueras tras el largo letargo invernal.



Es de destacar las innumerables cascadas y caídas de agua que hemos ido viendo en todo el recorrido que riegan con el agua del deshielo ambas laderas del barranco, y a su vez, engalanan y embellecen nuestro discurrir a ambas vertientes del barranco.





Superada esta primera parte del descenso algo más dura, comenzamos a entrar en la zona arbolada, quedando mucho más marcado el sendero, y más fácil de seguir.



En nuestro discurrir por la senda, nos encontramos con un chozo de uso ganadero a nuestra derecha. 


Ya en la parte baja en zonas de mayor densidad de arbolado abunda la vegetación de musgos, que arropa tanto piedras como árboles, dando aspecto de paraje de ensueño.


Finalizando el descenso, vemos el aparcamiento desde el que partimos y que metros más adelante alcanzaremos para finalizar nuestra ruta.

Fecha: 25/06/2014
Duración: 5 horas 30 minutos
Distancia: 12,8 kilómetros.
Circular: Si
Desnivel subida: 1005 m.
Desnivel bajada: 1005 m.
Desnivel acumulado: 2010 m.
Dificultad: Media
Track:


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