Como viene siendo habitual, y
otra vez más, cogemos el gps, la mochila, y el bastón para lidiar un ascenso a
una de las cotas más emblemáticas de Cebreros desde donde se puede observar el
pueblo y todo el valle. En esta ocasión también nos espera un día cubierto, que
puede que nos deje algo de lluvia a lo largo de la ruta.
Partimos de la explanada que se
encuentra a la espalda de la cooperativa El Galayo, para ascender levemente por
el camino de las Cárcabas, hasta el Prado Capón y la fuente que lo riega. En
este punto bordearemos el prado hasta las pistas del polideportivo para tomar a
nuestra derecha la calleja del Hoyo, y llegar hasta la carretera.
Tomamos la carretera dirección
Hoyo de Pinares y la cruzamos para coger el camino que sale a nuestra izquierda
y nos mete en el bosque de pinos. El paisaje es espectacular, todo está
completamente verde y ello es debido a las lluvias de este mes de marzo. Aún se
conserva el musgo verde en las rocas, y el brillo del agua en ellas cuando las
ilumina algún rayo de luz perdido de este día nublado.
Continuamos el camino hasta una
primera portera que abrimos para continuar nuestra marcha. Entre subidas y
bajadas llegamos a una curva que asciende a nuestra izquierda y que comienza
junto a una gran viña entre todo el pinar, bien conservada y contrastando con
el verde paisaje de pastos, pinos y enebros.
Al final de este primer repecho nos
encontramos otra portera, que no vamos a cruzar ya que seguiremos nuestro
camino hacia la derecha, encontrándonos con una bifurcación en la que tomaremos
la pista de la izquierda que nos llevara hasta el Puerto de Arrebatacapas.
Esta
pista se encuentra en buen estado y aunque cuenta con fuertes repechos y es prácticamente
toda en ascenso nos deleita con bellos paisajes de pinos, cascadas que forma el
arroyo de la Pizarra, y los viejos corrales donde guardaban el ganado, a lo
largo de toda la zona conocida como “Los Brajales”.
Llegamos a otra portera que es prácticamente
el fin del ascenso y que nos lleva al mismísimo Puerto de Arrebatacapas, corre
un viento fresco que nos ayuda a recuperar un poco el aliento.
Desde el puerto podemos ver otro
gran viñedo, la antigua casa de peones camineros, ya derruida, parte del
pueblo, y el valle que riega el rio Alberche al fondo, así como la Atalaya tembleña.
Sin descender aún, tomamos el
camino empedrado a nuestra izquierda para subir ya levemente hasta el centro de
comunicaciones que se encuentra en el cerro Castrejón, y tomar unas instantáneas
del pueblo y alrededores y tomar un trago de agua.
Deshacemos el camino, hasta el
puerto de Arrebatacapas para descender paralelos a la carretera por su orilla
izquierda según descendemos, y tomar un sendero bastante irregular que nos
llevara hasta el pueblo, zigzagueando entre pinos, paredes de piedra,
escaramujos y vegetación autóctona.
Llegaremos a la carretera cruzándola
y entrando en el valle, donde encontramos indicadores de las rutas que pasan
por nuestra senda, el antiguo convento de monjas ya derruido y una fuente
actual llamada “el convento” en alusión a la ya mencionada edificación derruida.
Seguimos bajando hasta la Iglesia Vieja de Cebreros, actualmente acondicionada
y abierta como Museo de Adolfo Suarez y la Transición, para después callejear
por la urbanización El Codón y llegar a nuestro punto de partida.
La ruta es suave comparándola de
haberla hecho en sentido inverso, pues el descenso desde Arrebatacapas por la
senda, se torna bastante duro de hacerlo en subida.
Bueno, con esto concluyo este día
de campo, haciendo lo que más me gusta. Nos vemos en la próxima.
Fecha: 06/04/2013
Duración: 2 horas 10 minutos
Distancia: 9,8 kilómetros.
Circular: Si
Desnivel acumulado: 342 m
Dificultad: Fácil
Track: Arrebatacabas.
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