Disfrutando del descanso laboral
de los festivos de la Semana Santa, y aprovechando las treguas climatológicas de
este lluvioso mes de marzo, partimos nuevamente por otro sendero, que
transcurre a lo largo de las localidades de El Hoyo de Pinares y Cebreros.
Recorreremos los puentes
medievales que nos permiten atravesar el rio Becedas y el arroyo de la Pizarra,
partiendo desde El Hoyo y regresando nuevamente a él. Durante la ruta haremos
parones más o menos prolongados debido a que aprovechamos el recorrido para recoger
algún que otro esparrago triguero que nos vayamos encontrando.
Partimos de la pista de fútbol sala, junto al ambulatorio y al colegio, para salir del pueblo dirección S, SO
y coger un sedero que nos lleve al Cerro de la niña Montero. Una vez en el
llano seguimos el camino a nuestra izquierda dejando el valle donde está la
depuradora también a nuestra izquierda, manteniendo una altura de unos 850
metros que nos permite disfrutar de las bonitas vistas del valle.
Saltaremos al término municipal
de Cebreros, dejando la Hoya de la Zorra a nuestra izquierda y descendiendo por
un camino entre pinares que nos llevara hasta un cruce con el camino de Rasueros,
que tomaremos a nuestra derecha para alcanzar el primero de los puentes, donde aprovechando
al igual que nosotros nos encontramos con otro par de grupos de personas.
El cauce del río en esta zona se
encuentra desbocado por lo anguloso del terreno y las grandes piedras que
llevan como un embudo el cauce a su paso por el Puente del Becedas.
Tras habernos deleitado de las
vistas, observar el buen estado en que se encuentra el puente y haber tomado
varias fotografías, proseguimos el camino hasta llegar a otro cruce que
nuevamente tomaremos a nuestra derecha, y que inmediatamente nos ofrece las
vistas del segundo puente o Puente de San Marcos, más pequeño pero de una
conservación similar. El cauce del mismo también es enorme para el caudal que
lleva el arroyo de la Pizarra. Más gente, más vistas, más fotos.
Deshacemos el camino hasta el
cruce anterior para en esta ocasión seguir de frente en un leve descenso hasta
el tercero de los puentes, este de nueva construcción, más conocido como el
vado de la Lancha que como puente, aunque con el agua casi hasta arriba por el
enorme caudal que llevaba el Becedas. Más fotos, un traguito de agua, y
seguimos.
Subimos el camino entre viñedos,
algunos tristemente perdidos por la dejadez de los campos y que me recuerdan
tiempos de niñez en que íbamos la familia a vendimiar, junto a mis primos y tíos,
allá por septiembre y octubre, de hace ya bastantes años. Nos cruzamos de nuevo
con el camino de Rasueros, para tomarlo a nuestra derecha y recorrer esta zona de viñedos que va dejando paso a
pinos y almendros.
Al final del mismo llegaremos a
una pista rural asfaltada, que tomaremos a nuestra derecha y que nos llevara de
nuevo al Hoyo, pasando por la depuradora y ahora observando a nuestra izquierda
los primeros compases de nuestra ruta, entre pinares y a superior altura.
La pista se hace algo tediosa,
por el cansancio acumulado, y por discurrir prácticamente toda ella en subida,
pero la vista del pueblo acercándose, anima a culminar esta emblemática ruta
por los puentes medievales.
Fecha: 28/03/2013
Duración: 3 horas y media
Distancia: 11,4 kilómetros.
Circular: Si
Desnivel acumulado: 209
Dificultad: Fácil
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